miércoles, 25 de mayo de 2011

Descripción y análisis de la problemática

En los últimos meses en Colombia se han presentado diversas situaciones relacionadas con las lecheras que ponen en duda la forma en la que se hace seguimiento a cada proceso de producción y posterior comercialización de la leche, generando de esta manera un cuestionamiento frente a cuáles son los requerimientos legales que debe tener un producto lácteo para ser comercializado.

Antes de irnos acasos concretos debemos mencionar al proceso que actualmente es exigido para la producción de leche tomando de esta manera nos remitimos al decreto 616 que corresponde a este tema que se le impone al comercio nacional de leche en cantina. De esta manera citamos textualmente un artículo publicado por ACIN (Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca) donde hacen referencia a este tema:

“Las autoridades colombianas discriminan así la cadena láctea popular al ocultar las normas señaladas por la Organización Mundial de la Salud, sobre el manejo de leche cruda hervida, establecidas en los “Principios de orientación para la alimentación de niños no amamantados entre los 6 y los 24 meses de edad”, en el capítulo sobre “contenido nutricional”  que define leche cruda como la que “no está ni pasteurizada ni hervida”. Estas orientaciones las pasan por alto los ministerios de Protección Social y Agricultura y el propio INVIMA.”1

Encontramos de esta manera que existe en nuestro país un monopolio por parte de las grandes industrias lecheras sobre los productos que son comercializados, ya que buscan siempre el eliminar la competencia que en este caso son los pequeños comerciantes que diariamente extraen manualmente y tradicional la leche. Pero surge entonces un nuevo cuestionamiento con relación a ¿Qué hace diferente y mejor una leche fabricada industrialmente de una producida tradicionalmente?

Encontramos también que estas mismas exigencias de tecnificación y salubridad que se le pide a los pequeños productores de leche produce un problema mayor para la salud de los colombianos, esto se debe a que para la prevención de la mastitis en las vacas y aumentar su producción diaria las industrias inyectan constantemente en ellas antibióticos que posteriormente terminan también en la leche que consumimos, generando así más enfermedades en quienes la beben.

Todo el estudio sobre los componentes y consecuencias que trae el abuso de los antibióticos en las vacas productoras de leche podrá encontrarlos en los “Anexos” de este documento.
Estableciendo de esta manera a grandes rasgos el panorama que se vive diariamente en lo relacionado con las lecheras colombianas nos centramos ahora en el caso que llamo nuestra atención y fue pieza importante en nuestra investigación, los llamados “Lactosueros”. ¿Qué son? ¿Cómo se producen? Pues bien, hace poco encontramos este nuevo producto que se estaba comercializando en el mercado el cual prometía fervientemente poseer los mismos beneficios de la leche normal pero a un menos precio.


LECHE EN COLOMBIA

Justificación
Encontramos de gran importancia enfocar nuestra investigación en saber un poco más sobre lo que consumimos diariamente, específicamente sobre la leche. Pero ¿Por qué?, basados en los documentales y la información obtenida sobre los alimentos que actualmente son comercializados decidimos buscar lo que pasa con los productos colombianos para conocer que es realmente lo que estamos comiendo.

Elegimos como tema principal la leche en Colombia debido a que al ser un producto que se consume diariamente es necesario que cumpla con todos los requerimientos tanto de salud e higiene como de nutrición, y de esta manera quisimos saber actualmente como es todo este proceso.

sábado, 21 de mayo de 2011

Engaño con lactosueros

En Colombia se comercializan productos a base de lactosueros, con nombres equívocos, como: “alimento lácteo”, “preparación láctea” y “mezcla láctea”. 

Los dos primeros se presentan en forma líquida, a diferencia de la mezcla láctea cuya presentación es en polvo.

La Cooperativa Lechera de Antioquia lo viene denunciando desde hace más de dos años. El pobre control de calidad de la leche ha llevado a que no sólo se venda cruda, con grave riesgo para la salud de los consumidores, sino que se expenda mezclada con lactosuero, un subproducto de la quesería, que se importa como insumo, especialmente para la industria galletera, pero que también entra de contrabando en grandes cantidades.

En el Decreto 616 de 2006, por el cual se expidió el Reglamento Técnico sobre los requisitos que debe cumplir la leche para el consumo humano en el país, en el  Artículo 14, en consideración a que es alimento de mayor riesgo en salud pública, “se prohíbe la adición de lactosueros a la leche en todas las etapas de la cadena productiva”. Además, “se prohíbe la comercialización en el territorio nacional de productos destinados al consumo humano con la denominación “leche”, cuando presenten modificaciones en su composición natural, tales como: ingredientes, aditivos o cualquier otra sustancia no autorizada por la normatividad colombiana vigente para leches y sus tipos; como por ejemplo, malto-dextrina, sueros lácteos…, bien sean fabricados nacionalmente o importados”. El mismo decreto establece sanciones para quienes violen esas normas, que van desde multas hasta el cierre temporal o definitivo del establecimiento.

Pero en Colombia estamos y aquí hizo carrera hace mucho tiempo lo de que “hecha la norma, hecha la trampa”. Durante la reciente asamblea de socios, el gerente de Colanta, Genaro Pérez, volvió a denunciar el tema en presencia del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo. Se están produciendo y comercializando, masivamente, bebidas a base de sueros lácteos, valiéndose para ello de publicidad engañosa porque induce al consumidor a comprarlas como si se tratara de leche, incurriendo no sólo en un fraude sino en una competencia desleal con la industria láctea nacional. ¿Por qué es un fraude? Básicamente porque el aporte de proteínas de las preparaciones alimenticias a base de lactosueros es mínima con relación al aporte de la leche entera pasteurizada. Y lo mismo sucede con el calcio y otros minerales. Lo más grave es que la estrategia de mercadeo de dichos productos está dirigida preferentemente a los estratos más pobres, en cuya decisión de compra pesa sobre todo el precio y es cierto que las bebidas a base de lactosueros son entre un 15 y un 20% más baratos que la leche pasteurizada.

Hay que reconocer que el señor ministro fue muy receptivo a la queja y en su intervención anunció la decisión del Gobierno Nacional de mantener el arancel del 98% a la importación de lactosueros e incluso limitar el contingente de importaciones de este producto a 3.000 toneladas anuales, con la probabilidad de reducirlo a lo estrictamente necesario para atender los requerimientos de la industria, en particular la de galletería. También se comprometió a que, para evitar que se induzca a engaño a los consumidores y se perjudique a los productores de leche, el gobierno exigirá a quienes vendan productos a base de lactosuero que digan explícitamente que no son leche.

Ayer, en la página web de la Superintendencia de Industria y Comercio, encontramos la grata noticia de que esa entidad tiene en marcha una investigación contra empresas de alimentos a base de lactosueros, lo mismo que contra supermercados que los distribuyen, por clara violación a las normas descritas. Entre otras irregularidades, la SIC encontró que para inducir la compra, se utilizan empaques similares a los de las empresas lácteas legítimamente constituidas, con referencias directas a la leche y empleando marcas que indican que el origen o principal componente es la leche. Igualmente irregular es su expendio en las mismas estanterías en que se ofrece la leche líquida o en polvo. También dice la SIC que está a punto de expedir una Circular Externa, que ordena a productores y comercializadores de productos elaborados a base de lactosueros rehidratados u otras fórmulas lácteas, que los mismos deben estar claramente separados de la leche en sus distintas variedades e identificados siempre con el aviso bien visible “ESTE PRODUCTO NO ES LECHE. Su composición y calidad nutricional difieren de las propias de la leche”. Crucemos los dedos para que ello se cumpla y para que las sanciones sean ejemplarizantes.

Vacas genéticamente modificadas producirán leche humana


Los científicos han introducido con éxito genes humanos en 300 vacas para que produzcan  leche con las mismas propiedades que la leche materna humana.

 La leche materna contiene altas cantidades de nutrientes esenciales que pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico de los bebés y reducir el riesgo de infecciones.

 Los científicos detrás de la investigación creen que la leche de vacas genéticamente modificadas podría ser una alternativa a la leche materna y leche de fórmula para bebés, que es a menudo criticado por ser un sustituto inferior.
Esperan que los productos lácteos genéticamente modificados procedentes  de vacas  podrían ser vendidos en los supermercados. La investigación cuenta con el respaldo de  la compañía  más importante en biotecnología.

Este trabajo es probable que aumente la oposición a los alimentos GM. Los críticos de la tecnología y los grupos de bienestar animal reaccionó con enojo a la investigación, cuestionando la seguridad de la leche de animales modificados genéticamente y sus efectos sobre la salud del ganado.
Pero el profesor Li Ning, el científico que dirigió la investigación y director del Laboratorio Estatal de Agrobiotecnología de la Universidad Agrícola de China  insistió en que la leche GM (genéticamente modificada) sería apta para el consumo igual que  la leche de las vacas ordinarias.

 Él dijo: “El sabor de la leche es más fuerte que la leche normal. “
 “Nuestro objetivo es la comercialización de algunas investigaciones en esta área en los próximos tres años. Para la “leche humana-como”, se necesitará 10 años o quizás más tiempo hasta que  finalmente llegue al  consumidor. “

China es ahora la vanguardia en la investigación sobre  alimentos genéticamente  modificados y las normas relativas a la tecnología son más laxas que las existentes en Europa.
 Los investigadores usaron la tecnología de clonación para introducir genes humanos en el ADN en vacas lecheras Holstein antes de que los embriones genéticamente modificados se implantaran en vacas sustituta.

 Escribiendo en la revista de la comunidad científica Public Library of Science One, los investigadores dijeron que fueron capaces de crear vacas que producían leche con una proteína humana llamada lisozima,
 La lisozima es una proteína antimicrobiana natural que se encuentran en grandes cantidades en la leche materna humana. Ayuda a proteger a los bebés de las infecciones bacterianas durante sus primeros días de vida.

 Crearon vacas que producen otra proteína de la leche humana llamada lactoferrina, que ayuda a aumentar el número de células inmunes en los bebés. Una proteína de la leche humana tercera llamada alfa-lactoalbúmina también fue producida por las vacas.
Los científicos también revelaron en una exposición en la Universidad Agrícola de China que han aumentado el contenido de grasa de la leche en un 20 por ciento y también han cambiado los niveles sólidos de leche, por lo que es más cercano a la composición de la leche humana, así como las mismas propiedades inmunológicas.
 
El profesor Li y sus colegas, que han estado trabajando con la compañia de biotecnología Beijing GenProtein , dijo que su trabajo ha demostrado que era posible “humanizar” la leche de vaca.

En total, los científicos dijeron que han producido un rebaño de 300 vacas que son capaces de producir  leche materna.
 Los animales transgénicos son físicamente idénticos a las vacas normales.
Escribiendo en la revista, el profesor Li dijo: “Nuestro estudio describe el ganado transgénico cuya leche ofrece beneficios similares nutricional que la leche humana.
 “La leche modificada de la especie bovina es un posible sustituto de la leche materna. Cumplió la concepción de la humanización de la leche bovina.”

El peligro para la salud humana del uso de Posilac en Colombia

La combinación, habitual en Monsanto, de mala ciencia, reclamos engañosos, silenciamiento y eliminación de los oponentes y de las informaciones perjudiciales, es más que evidente en el caso del primer producto manipulado genéticamente que se ha comercializado: la hormona de crecimiento bovina.

La Hormona Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH), es una copia obtenida por ingeniería genética, de una hormona que producen naturalmente las vacas. La rBGH está ideada para que las vacas produzcan más leche de la que producirían naturalmente. Funciona alterando la expresión del gen de los transportadores de glucosa de la glándula mamaria, músculo y grasa de la vaca. El gen facilita el trasvase de glucosa a la glándula mamaria, lo que hace que produzca más leche.

Se espera que las vacas a las que se inyecta diariamente una dosis de la rBGH –comercializada con la marca Posilac– incrementen su producción entre un 10 y 20 por ciento. Sin embargo, los problemas y los efectos secundarios asociados al uso de la rBGH son numerosísimos. Son tantos sus peligros reales y potenciales que está prohibido en Canadá, la Unión Europea y otros países, a pesar de los esfuerzos de Monsanto por ganarse la apertura de esos mercados. Aún así, la rBGH se ha utilizado en otros países –principalmente en EEUU– durante varios años. Y es de allí de donde nos están llegando las malas noticias.

Los animales tratados con la hormona están sujetos a un tremendo estrés. Normalmente unas 12 semanas después de que la vaca es una ternera produce leche a expensas de su salud. La vaca pierde peso, es estéril y es más susceptible a las enfermedades. Eventualmente, la producción de leche disminuye y su cuerpo empieza a recuperarse. La inyección de rBGH supone que el ganadero puede posponer esa recuperación entre otras 8 o 12 semanas, incrementando sustancialmente la producción de leche de la vaca, pero también haciendo que sea más susceptible a las enfermedades.

Para una mayor comprensión de los efectos perjudiciales potenciales del rBGH en la vacas, uno no necesita más que ver la etiqueta de advertencia que el FDA exige que Monsanto incluya en cada remesa de Posilac. La etiqueta destaca 21 problemas de salud asociados al uso de Posilac, que incluyen ovarios císticos, desórdenes uterinos, disminución del tiempo de gestación y peso de nacimiento de las terneras, incremento de la tasa de gemelos y retención de placenta.

Potencialmente el problema más serio, de todas formas, es el incremento del riesgo de mastitis o inflamación de las ubres. Una vaca con mastitis produce leche con pus.

Los peligros para la salud humana

Incluso dejando de lado los problemas de salud causados por residuos de antibióticos en la leche –utilizados para tratar a las vacas que padecen mastitis– los efectos del rBGH en los humanos pueden ser devastadores. Los estudio científicos más preocupantes son los que relacionen el rBGH con el cáncer.

Cuando a la vaca se le inyecta el rBGH, su presencia en la sangre estimula la producción de otra hormona, llamada, en inglés Insuline-like Growth Factor 1(IGF-1) -Factor de crecimiento tipo insulina-, una hormona-proteíca que producen naturalmente tanto vacas como humanos. El uso de rBGH incrementa los niveles de IGF-1 en la leche de las vacas. Dado que el IGF-1 es activo en los humanos –causando que las células se dividan– algunos científicos piensan que una ingesta de leche tratada con altos niveles de rBGH, podría dar paso a una división y un crecimiento incontrolados de células en los humanos, en otras palabras: cáncer10

viernes, 20 de mayo de 2011

Publicidad Con Leche



La industria ha tenido varios cambios en términos publicitarios con el fin de comunicar diferente los nuevos productos que salen al mercado. En este caso encontramos unos comerciales de Alpina que muestran las diferentes facetas y presentaciones que puede tener este producto.




Investigación: Lácteos en Colombia

Las alergias y reacciones a los alimentos en lactantes y niños son frecuentes y pueden estar relacionadas con diversos alimentos, incluidas las fórmulas de leche de vaca modificadas. Se han utilizado fórmulas basadas en soja para tratar a lactantes con alergia o intolerancia alimentaria. Sin embargo, no está claro si pueden ser recomendadas para la prevención de la alergia y la intolerancia alimentaria en lactantes, sin pruebas clínicas de las mismas.

Determinar el efecto de la alimentación con fórmula de soja modificada comparada con la leche materna, la fórmula de leche de vaca o una fórmula de proteínas hidrolizadas en la prevención de las alergias o la intolerancia alimentaria en lactantes sin prueba clínica de alergia o intolerancia alimentaria.

Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal Review Group). Se actualizaron las búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL)(The Cochrane Library, Número 1, 2006), MEDLINE (1966 a marzo de 2006), EMBASE (1980 a marzo de 2006), CINAHL (1982 a marzo de 2006) y revisiones anteriores y sus referencias cruzadas.

Ensayos aleatorios y cuasialeatorios que comparan el uso de una fórmula de soja modificada con la leche materna, una fórmula de leche de vaca modificada o una fórmula de proteínas hidrolizadas para la alimentación de lactantes sin intolerancia o alergia alimentaria clínica en los seis primeros meses de vida. Sólo los ensayos con >80% de seguimiento de los participantes y que informaron el grupo de asignación eran elegibles para su inclusión.

Cada revisor evaluó de forma independiente la elegibilidad de los estudios para su inclusión, la calidad metodológica y la extracción de los datos. Las medidas de resultado primarias incluían alergia clínica, alergias específicas e intolerancia alimentaria. En los casos en que no se encontró heterogeneidad del efecto de tratamiento, se utilizó el modelo de efectos fijos para el metanálisis. Cuando la heterogeneidad fue significativa o evidente, los resultados se presentaron mediante el modelo de efectos aleatorios y se buscaron las posibles causas de la heterogeneidad.

Se incluyeron tres estudios elegibles que examinaron a lactantes de alto riesgo con antecedentes de alergia en familiares de primer grado. Ningún estudio elegible incluyó lactantes alimentados con leche materna. Ningún estudio analizó el efecto de una alimentación temprana y a corto plazo con fórmula de soja. Todos compararon la alimentación prolongada con fórmula de soja y fórmula de leche de vaca. Un estudio fue de metodología adecuada y sin alergia irregular, lo que previno las co-intervenciones en los grupos de tratamiento. Un estudio con ocultamiento de la asignación incierto y 19,5% de pérdidas durante el seguimiento informó una reducción significativa en la alergia, asma y rinitis alérgica en niños. Sin embargo, ningún otro estudio informó sobre beneficios significativos con el uso de una fórmula de soja. El metanálisis no halló diferencias significativas en la incidencia de alergia infantil (2 estudios; RR típico 0,73; IC del 95%: 0,37 a 1,44). En un estudio, no se informó ninguna diferencia significativa en el asma en lactantes (RR 1,10; IC del 95%: 0,86 a 1,40), eccema en lactantes (RR 1,20; IC del 95%: 0,95 a 1,52), la prevalencia de eccema en niños (RR 1,10; IC del 95%: 0,73 a 1,68), rinitis en lactantes (RR 0,94; IC del 95%: 0,76 a 1,16) o la prevalencia de rinitis en niños (RR 1,20; IC del 95%: 0,73 a 2,00). El metanálisis no encontró ninguna diferencia significativa en la incidencia de asma en niños (3 estudios, 728 lactantes; RR típico 0,71; IC del 95%: 0,26 a 1,92), la incidencia de eccema de la niñez (2 estudios, 283 lactantes; RR típico 1,57; IC del 95%: 0,90 a 2,75) o la incidencia de rinitis en niños (2 estudios, 283 lactantes; RR típico 0,69; IC del 95%: 0,06 a 8,00). Un estudio no informó ninguna diferencia significativa en la IPLV en lactantes (RR 1,09; IC del 95%: 0,45 a 2,62), la ALV en lactantes (RR 1,09; IC del 95%: 0,24 a 4,86), la incidencia de alergia a la proteína de soja en niños (RR 3,26; IC del 95%: 0,36 a 29,17) y la urticaria. Ningún estudio comparó la fórmula de soja con la fórmula de proteínas hidrolizadas.

No se puede recomendar la alimentación con fórmula de soja para prevenir la alergia o la intolerancia alimentaria en lactantes de alto riesgo. Se necesitan más estudios para determinar la función de las fórmulas de soja para la prevención de la alergia o intolerancia alimentaria en lactantes que no pueden ser amamantados, con fuertes antecedentes familiares de alergia o intolerancia a la proteína de la leche de vaca.

El lactosuero

Los lactosueros son un subproducto de la quesería. El aporte de proteínas de las preparaciones alimenticias a base de lactosueros es de 3.75g y 4g respectivamente, mientras que la leche entera aporta casi un 100% más de proteína, pues aporta 7 gramos por porción.
Asimismo, el aporte de calcio de la leche entera es de 50% comparado con 12.5% y 30% de las preparaciones alimenticias con lactosueros. Es así, como estos productos poseen calidades o valores nutricionales diferentes a la leche en sus dos componentes principales como lo son la proteína y el calcio.

Actualmente, en Colombia se están comercializando los productos a base de lactosueros que poseen las denominaciones de alimento lácteo, preparación alimenticia, preparación láctea y mezcla láctea. Los tres primeros tipos de producto se presentan en forma líquida, a diferencia de la mezcla láctea cuya presentación es en polvo.
Consumidores y productores de leche afectados
La Superintendencia de Industria y Comercio encontró que los productos a base de lactosuero, tienen las siguientes características externas:
a. Los empaques son similares a la leche líquida y la leche en polvo.
b. Utilizan referencias directas a la leche.
c. Emplean marcas denominativas que indican que el origen o el principal de sus ingredientes es la leche.
d. En los locales de venta y distribución se ubica el producto en las mismas estanterías de la leche en polvo o líquida.
e. Los tiquetes de compra que se generan en las pequeñas y grandes superficies los denominan “leche”.
f. En las góndolas de supermercados se publicita el lactosuero como leche en promoción.

Según la SIC, el rotulado, empaquetado, elementos utilizados en campañas publicitarias y la ubicación en las mismas góndolas donde se ofrece la leche al público en supermercados y grandes almacenes, al parecer, confunde y engaña al consumidor, indica el informe de prensa.

Para la entidad, según lo dicho en el informe a partir de la investigación, estas acciones no sólo podrían ir en contra de los derechos del consumidor, sino contra los productores de leche, porque estarían induciendo al consumidor a tomar en cuenta el factor diferenciador del precio, sin atender otras características del producto que le permitirían considerar que la mezcla láctea no es realmente un sustituto de la leche.

La Delegatura de Protección de la Competencia de la SIC encontró méritos suficientes para ordenar la apertura de una investigación, con el fin de determinar si los investigados habrían ejecutado conductas constitutivas de competencia desleal.

Hipermercados y empresas lecheras en la mira de Superindustria

Debido a las reseñas que indican que el lactosuero es un producto equivalente a la leche, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó la apertura de investigación por competencia desleal contra empresas pasteurizadoras, compañías lecheras e hipermercados.

La SIC encontró meritos para una investigación en vista de que, al parecer, los productos a base de lactosuero utilizan los mismos canales de comercialización de la leche en el mercado nacional, dice el informe de prensa.

Dicha distribución, aparentemente, confunde y engaña al consumidor en razón a sus características externas, logrando, en principio, que se adquieran estos productos sobre el supuesto que sus componentes son idénticos a los de la leche.

De acuerdo con el análisis realizado por la Superintendencia, si bien el producto tiene cantidades no específicas de leche -hecho que entorpece más aun el proceso de elección del consumidor-, sus calidades, contenido nutricional y tratamiento industrial son, aparentemente, distintos, precisa el informe de prensa.

Por otra parte, la SIC manifestó en la averiguación preliminar que la estrategia de mercadeo de dichos productos está dirigida a los estratos más bajos, donde el precio parece tener un mayor impacto como determinante en la decisión de compra. Los Lactosueros son entre un 15 y un 20% más baratos que la leche pasteurizada.

 
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